miércoles, 23 de abril de 2014

Una buena nutrición y pilates: la combinación perfecta


La buena alimentación es el perfecto aliado del ejercicio físico. Es más, el no llevar una alimentación sana puede ralentizar nuestros progresos en el aspecto deportivo o incluso echarlos al garete. No sólo vale con estar dos horas al día en el gimnasio trabajando a tope. El trabajo para estar en forma empieza en mesa.
Para aquellos que buscan ponerse en forma o simplemente llegar a su peso ideal, la nutrición se convierte en un factor determinante. En estos casos, la orientación de expertos y profesionales es fundamental ya que en muchas ocasiones nos dejamos llevar por mitos o por dietas milagro que lejos de conseguir los efectos deseados, pueden ser perjudiciales para la salud.
Comer bien no es difícil. Para estar seguros, lo mejor es dejar asesorarte por profesionales ya que cada cuerpo es un mundo y lo mejor es que las dietas sean personalizadas. Con todo, en este artículo expondremos la línea básica de alimentación que se considera sana y equilibrada.
Las legumbres y los cereales son alimentos muy bajos en grasas y sin colesterol. Ricos en nutrientes y fibra además de aportar proteínas de origen vegetal.
El pescado azul. Para nosotros que estamos  al lado sería un pecado no disfrutar de los frutos del mar. El pescado, además de ser un plato muy rico y con miles de variedades a la hora de su preparación, es un alimento riquísimo en proteínas que además son muy completas por el equilibrio que presentan sus aminoácidos principales.
Las frutas y hortalizas nunca deben faltar en tu cocina. Son la fuente de las principales vitaminas: C, provitamina A, ácido fónico… ademas de minerales como el potasio y el magnesio. Todo esto unido a los altos porcentajes de fibra que aportan a nuestro organismo.
La carne debe tomarse con mesura. Es cierto que no pasa nada si comes pollo o pavo todos los días pero si hablamos de carne de ternera, cerdo… se recomienda reducir la frecuencia a tres días por semana
La leche y sus derivados son productos que aportan mucho a nuestro organismo. Con todo, se recomienda no tomar leche entera a diario y buscar productos desnatados.
El aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea. Es un alimento muy versátil pues puede tomarse tanto crudo como preparado con otros alimentos al fuego. Se  digiere con facilidad aunque como en todo, no hay que abusar.
La sal y el azúcar aportan mucho sabor a nuestros platos y postres. Muchas veces cuesta reducir e incluso eliminar su ingesta pero nuestro sistema circulatorio lo agradecerá. Mucha moderación a la hora de tomar sal.
Como decíamos, la alimentación es el ideal complemento de cualquier actividad física. Si todavía no has encontrado esa actividad, nosotros te recomendamos el Pilates. Una de las disciplinas más populares hoy día y que no falta en ningún gimnasio del mundo.
El Pilates aumenta nuestra coordinación, el equilibrio, la postura -muy importante para prevenir los dolores de espalda- y además fortalece y hace más flexibles nuestros músculos. El secreto del Pilates está en la coordinación de cuerpo y mente mediante la respiración. Los movimientos son lentos y pausados, precisos. Mediante el Pilates alcanzarás un estado de concentración y relajación corporal y los resultados irán surgiendo poco a poco.
Pilates y una buena nutrición, el binomio perfecto para cuidar tu cuerpo. Te animamos a que lo pruebes.

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