martes, 12 de marzo de 2013

Defensa personal femenina: Cómo repeler un ataque


Al momento de estar en una situación de peligro, las mujeres debemos tener en cuenta estos consejos que pueden maximizar los resultados de aplicar lo que ya sepamos de artes marciales, y utilizarlos para nuestra defensa.

Cuando nos enfrentamos al tema de las agresiones a la mujer, ya sea violencia doméstica, un asalto o una agresión sexual, lo que recalco es que lo más importante es prevenir y evitar ponerse en situaciones de riesgo. Si ya se está en una situación complicada y aún es factible huir del agresor, lo lógico que hay que hacer es precisamente eso. No por saber pelear una se va a poner temeraria y va a buscar una oportunidad para ser la heroína de la película.

Rodillazo I
Foto: Aldo Traverso
Se debe procurar que cada golpe recorra la mayor trayectoria posible antes de asestarlo (ver última foto).
Ahora, a lo nuestro. Para empezar, si estás en clases de artes marciales o deportes de combate es una excelente idea pedirle a tu maestro que te enseñe claves para llevar las técnicas que ya sabes al plano de la defensa personal . Acá, algunos consejos para considerar cuando la pelea no es por un campeonato, sino por tu vida o tu integridad:
Usa las armas correctas: Muchas veces los delincuentes actúan bajo las influencias del alcohol o drogas y eso reduce su sensibilidad al dolor, así que aún si sabes combatir y tienes mucha fuerza, no hagas nada rebuscado. Una patada circular a la cabeza pegada con el empeine difícilmente va a hacerle algún daño a un atacante más pesado que tú, y sólo conseguirías quedarte con una mayor sensación de desvalimiento – y, si no has calentado anteriormente, posiblemente con un desgarro en el aductor-. Si vas a golpear, que sea con las partes más duras del cuerpo: canillas, rodillas, codos. Las mujeres tenemos los huesos más filosos que un hombre, y con estas partes del cuerpo tenemos más posibilidad de cortar al otro. Si tienes algún objeto contundente o cortante a mano, también es válido. No dudes para nada en usar todos los recursos que tengas disponibles.
Front kick
Foto: Aldo Traverso
Cuando estás a una distancia grande de tu atacante las patadas son una buena opción porque pueden ayudarte a mantenerlo alejado.
Mide bien las distancias: El tipo de golpe que utilizarás será distinto según la distancia a la que te encuentres de tu atacante. Si estás a una distancia larga, patéalo. A una distancia media, puedes pegarle rodillazos o golpes de puño. Ya cuando estés a corta distancia, cuando el agresor ya se te vino encima, usa los codos. La punta del codo es muy dura, y bien utilizada hasta puede hacer un corte en la piel de tu oponente.
Da golpes certeros: El mentón, la garganta, el plexo solar, los genitales. Éstas son las zonas del cuerpo a las que debes apuntar. Un codazo en el rostro, un rodillazo en la boca del estómago o en la zona genital, estos son golpes contundentes y que pueden hacer bastante daño. Al menos pueden inmovilizar al rival por el breve tiempo que necesitas para huir. No es preciso tener tanta fuerza como maña y es fundamental utilizar bien la mecánica corporal. Abajo les dejo algunos videos en que se puede ver cómo funcionan algunas técnicas de defensa personal, y la mecánica de los rodillazos en particular.
Cuida tu visión periférica: Aunque tengas dominado a tu agresor, tienes que seguir atenta a lo que ocurre a tu alrededor, porque éste puede estar actuando acompañado y haber más al acecho. Si ves que hay alguien más involucrado en el ataque, intenta desplazarte poniendo a todos tus agresores dentro del campo visual. De esta manera también logras escudarte de los demás agresores con el mismo cuerpo del que está más cerca tuyo.
Rodillazo 2
Foto: Aldo Traverso
Al momento de conectar el golpe, la trayectoria amplia que recorrió va a hacer que éste sea más contundente. Más que intentar usar toda tu fuerza, es la técnica lo que hace la diferencia.
El factor psicológico: En los treinta segundos que pueden ser determinantes entre que puedas o no repeler a tu atacante, el factor psicológico es el que hace toda la diferencia. Sin una mentalidad fuerte, si no puedes sentirte segura y dispuesta a mostrar firmeza, preparada para tomar una decisión drástica si es necesario para resguardar tu integridad, no podrás aplicar las técnicas aprendidas. Paralelamente al entrenamiento físico, si quieres que tus conocimientos de artes marciales puedan servirte a la vez como defensa personal, es necesario trabajar los recursos psicológicos que harán que al momento de verte en peligro no te quedes paralizada por el miedo. El mismo hecho de entrenar con constancia y disciplina te hará una persona naturalmente más segura y confiada, aumentando tu autoestima. Sabrás que tienes los recursos y las armas para defenderte, a veces muy simples, pero con los cuales puedes aprovechar al máximo tus capacidades físicas y mentales.

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